La lección aquí no es renunciar al trabajo de sus sueños; se trata de dejar de lado la idea de que tener uno es el único camino hacia la felicidad. Los pasatiempos son geniales. Las pasiones son geniales. Pero esas cosas (fútbol, canto, piano o incluso la batería) no tienen por qué ser toda tu vida. No tienen que contribuir a la sociedad. No tienen que hacerte ganar dinero. No tienen que ser moldeados de alguna manera para ajustarse a un ideal capitalista de un propósito. Y si te rindes con ellos, está bien, porque la vida no se trata de una sola chispa.
próximas películas de kevin hart
La verdad, siempre pensé que algo andaba mal conmigo, confiesa 22 en un momento. Como si tal vez no fuera lo suficientemente bueno para vivir. Pero ella siempre fue lo suficientemente buena. Fuimos el resto de nosotros los que no pudimos verlo.
quién juega esta noche en el fútbol del jueves por la noche